Primero alientan y después condenan con la boca pequeña. La derecha más extrema sigue saliendo a las calles con la excusa de la amnistía, pero con un argumentario que demuestra su nulo respeto a la democracia. Todo ello alimentado con el discurso contra la legitimidad de otro Gobierno progresista liderado por nuestro secretario general, Pedro Sánchez, que desde meses llevan desplegando el Partido Popular y su único socio, Vox.
No contenta, la derecha y la ultraderecha, con incendiar las calles, también han alentado el acoso al PSOE. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, mandó un mensaje en contra de los ataques de los violentos a las sedes del PSOE: “No esperamos nada de quienes por acción u omisión apoyan el asedio a las Casas del Pueblo socialistas. Su silencio les retrata. El avance social y la convivencia merecen la pena. No quebrarán al PSOE”.
Aun así, han seguido y durante la semana pasada y esta vimos como Casas del Pueblo de toda España fueron atacadas. En Zaragoza, con pintadas fascistas; en Cavas Bajas, Málaga; en Marchena llegaron a pintar el mensaje de “caeréis como en el 39”; en Salamanca, Cataluña o Zamora; también en Cuenca, Santa Cruz de Tenerife y Guadalajara; en Almería llegaron a romper los cristales de la sede; en Mallorca, Valencia, León y Palencia, Galicia y Jaén etc.
Feijóo tiene un gran problema. Ha alimentado todo este disparate y ahora se le ha ido de las manos. Eslóganes contra el Rey y contra la Constitución, amenazas, insultos homófobos, vivas a Franco… Todo amparado por el que se suponía que era el líder moderado del PP.
Agreden y señalan. La semana pasada un violento atacó al líder del PSOE de Sanlúcar de Barrameda y primer teniente alcalde de la ciudad, Víctor Mora, mientras se dirigía al Ayuntamiento para comenzar su jornada laboral, al grito de «traidor».
Y algunos conocidos medios de derechas han llegado a publicar la cara de los 121 diputados en el Congreso, con un aviso: “Las protestas en la calle ya llevan una semana extendiéndose por todo el país”. Ni podemos tolerar estos señalamientos, ni permitir que el PP los condene con la boca pequeña y Vox siga alentándolos.
En este sentido, el diputado del PSOE por Salamanca y portavoz en la comisión de Interior, David Serrada, denunció en su cuenta de X que por las calles de la ciudad han aparecido pegatinas con su imagen, acusándolo de traidor. Así como, la formación de Vox en la población de Alzira ha divulgado una foto de militantes socialistas en una de sus redes sociales.
El colmo del machismo de estos violentos lo vimos el martes, cuando un grupo de manifestantes irrumpió en la concentración portando muñecas hinchables desnudas con el logo del PSOE cantando «no es una sede, es un puticlub» y «estas son las ministras del Gobierno» señalando a las figuras de plástico.
Eso está fuera de toda lógica democrática y está fuera de partidos que dicen representar al pueblo. España no es así. España no son ellos. España somos todos, somos diversos y somos plurales. Que la respeten, porque es la mejor manera de defenderla.
España no son las actitudes que protagonizan los diputados de Vox. Actitudes intolerables como la que vimos durante el debate de investidura del presidente Sánchez al irse del Congreso durante el pleno.
Se fueron de su puesto de trabajo para ir a manifestarse a las puertas de nuestra sede. Una vez más, alentando a la violencia. Una vez más, Vox no representa la España plural que es nuestro país.
Asimismo, la actitud del PP sigue siendo indecente llamando al transfuguismo de los diputados socialistas. La numero dos del PP, Cuca Gamarra, lo intentó pidiendo a los diputados socialistas que “demuestren” que darán la batalla. “Es el momento de dar un paso al frente, pasado mañana será tarde”. También el presidente del PP regional de Castilla-La Mancha, Paco Núñez.
Lamentamos que en el PP no sean conscientes del nivel de indecencia que supone llamar al transfuguismo. Pero que dejen de intentarlo porque en el PSOE vamos a una, somos leales y votamos siempre a favor de lo que es mejor para este país. Y en este caso es un Gobierno de Pedro Sánchez para que España siga avanzando cuatro años más.
Nunca vemos a estos supuestos patriotas manifestándose por la sanidad pública, por la subida de salarios, por las pensiones, por los derechos LGTBI ni por el feminismo. Solo los vemos salir a la calle cuando pierden las elecciones y se inventan que España se rompe. No son manifestaciones, son rabietas.